Lo demás fueron los aacuterboles y el vientoPor Diego Muñoz Valenzuela

Lo demás fueron los árboles y el viento (Simplemente Editores, Santiago, 2016), del escritor valdiviano Rubén González Lefno, es una novela de carácter testimonial, donde se reconstruyen las vicisitudes propias y de sus cercanos compañeros en la resistencia armada a la dictadura militar. De este modo se constituye en documento literario y a la vez histórico de circunstancias que, para una significativa y mayoritaria porción de los chilenos, han permanecido silenciadas, y que por lo mismo resulta indispensable conocer y mantener frescas en la memoria colectiva. Más importante aún, si consideramos que la democracia que hoy vivimos en el país, con sus virtudes (que no son pocas, si se le compara con la tiranía que nos tocó vivir) y defectos (cuya lista resulta agobiante y sus efectos quedan a la vista en la situación actual), no se alcanzó exclusivamente en un mero proceso electoral, sino que gracias a la lucha multiforme que surgió de la rebelión del pueblo. Desde los primeros días de la dictadura la resistencia de jóvenes, trabajadores, campesinos, estudiantes, mujeres, pobladores se manifestó con heroísmo, sacrificio y entrega. Centenares de miles de personas arriesgaron su vida en luchar contra la tiranía desde su mismo establecimiento, y si bien raramente lo hicieron con otras armas que no fueran su conciencia y coraje, fueron perseguidos, reprimidos, torturados brutalmente y asesinados.

Esta novela está construida sobre la base de recuerdos de un pasado lejano, que asoma a través de las palabras del narrador. En un principio el lector desconocerá el personaje a quien corresponde este narrador, dada esta estructura de puzle temporal que integra historias acerca de diversos protagonistas y momentos de la historia, que se van ensamblando y yuxtaponiendo, coinciden o se encauzan en una estructura narrativa con forme de mosaico, cuya construcción requirió habilidad. Los hilos escriturales comunes se fundamentan en el espíritu y abnegación de los personajes.

Rubén González Lefno alterna con celo la narración en primera y tercera persona, buscando el momento preciso para introducir nuevos personajes a la trama. Busca resaltar la destreza de los protagonistas para eludir a los hábiles y eficaces agentes represivos, y así burlar las trampas que los servicios de inteligencia, especialmente la temida DINA / CNI, tendían a los militantes de la resistencia popular, y en el caso de esta novela, al Movimiento de Izquierda Revolucionario. De este modo se logra hacer palpable el miedo y el enorme riesgo que sortearon en esos aciagos años quienes fueron víctimas de la persecución sistemática que ejerció el estado terrorista de la burguesía que encabezó el sátrapa Pinochet.

Se puede reconocer un escenario geográfico-temporal nuclear para la narración, desde el cual se retrocede mediante racontos o se avanza a través de flash forwards: la reunión de cinco militantes en una casa en la periferia del puerto de Corral, Región de Los Ríos. En este lugar, los militantes comparten historias y planifican nuevas acciones de resistencia. La acción fluye en distintos personajes tanto en Valdivia, Temuco, Concepción, Santiago, Neuquén o Buenos Aires. La novela no escatima descripciones de los modus operandi de la organización en la clandestinidad, y va prodigando en sus historias conceptos propios de la resistencia clandestina. A modo de ejemplo, la estructura compartimentada de sus integrantes, donde la mayoría sólo tenía fugaces encuentros, siempre bajo una identidad ficticia; o las casas de seguridad, los puntos de encuentro, todas ellas medidas necesarias para protegerse en el actuar en clandestinidad.

Gracias a una pluma ágil y desenvuelta, pródiga en detalles significativos, al leer la novela vamos conociendo una serie de historias que abordan encuentros bajo vigilancia, emboscadas de los agentes de seguridad, traslados a otras ciudades para eludir los cercos represivos. También acciones tendientes a conmocionar a la opinión pública y así propender a desestabilizar al poder autoritario, tales como la instalación de artefactos explosivos en edificios gubernamentales, el asalto a un camión lechero en una población de Santiago (como propaganda armada), asaltos múltiples a bancos en la capital, con motivo de abastecer de dinero a las actividades de la Resistencia, ataques a cuarteles policiales y de la CNI.

Se incluyen también dos experiencias de guerrillas en la selva valdiviana: tanto el asalto al retén de Neltume realizado pocos después del golpe militar y el posterior combate desarrollado en la cordillera del sector. También la más conocida guerrilla emprendida en la misma zona el año 1981; ambas experiencias que significaron sangrientas bajas en las filas del MIR

Esta novela, desde sus primeras páginas y en palabras del narrador, nos cuenta de la alegría y entusiasmo en la actividad de la resistencia, pero también aborda los hechos luctuosos de esta lucha, las ejecuciones, las torturas, los acribillamientos que se hicieron pasar por enfrentamientos por los militares, la crueldad y el ensañamiento de los servicios de inteligencia en contra de estos hombres que dieron la vida por hacer de Chile un país más digno.

Por cierto, este libro implica el rescate de historias de vida de muchas personas que se entregaron a la lucha por la libertad del país, con toda la generosidad y entrega que ello supone. En este sentido, la actitud narrativa en las páginas finales de la novela es de profunda nostalgia, a los lectores nos contagia la saudade hacia los amigos del narrador, aquellos que perdieron la vida en el esfuerzo por liberar a Chile de la tiranía, el dolor de tener que contarles a los hijos cómo eran sus padres, a quienes dejaron de ver siendo unos niños. Consignar estas historias es un deber con la memoria nacional, en especial porque, por motivos que bien conocemos, han sido silenciadas.

El año 2007 el periodista Juan Cristóbal Peña publicó la primera edición de Los fusileros. Crónica secreta de una guerrilla en Chile, sobre la historia de los guerrilleros del Frente Patriótico Manuel Rodríguez, causando estupor en algunos y reconocimientos en otros. Sea cual fuere la opinión del lector, Lo demás fueron los árboles y el viento es una novela que, tanto por sus virtudes literarias, como por el rescate de la memoria, merece ser leída- Los invito a recorrer sus historias, personajes y palabras para nutrirse de la palpable historia que emana de una ficción lograda.

Presentación del escritor Diego Muñoz Valenzuela a la novela “Lo demás fueron los árboles y el viento”, de Rubén González Lefno, en la FILSA, el 05 de noviembre de 2016.