Por Miguel de Loyola

Gonzalo Contreras abre su poemario apelando a una leyenda, leyenda que será su poética. «Según/ el incomprensible Robin Hood/ La poesía metafísica/ es un continuo lanzar flechas/ para herir/ a esa bestial realidad/ que aún se ama.» De esta manera pone en guardia al lector, y nos disponemos a enfrentar el ataque.

 

La poesía de Contreras será entonces un incansable intento de dar en el blanco, a sabiendas que no hay tiradores perfectos, infalibles, pero muchas de sus flechas aciertan, sumando puntos o verdades solo posibles de conseguir a través de la metáfora. La metáfora en tanto sistema intuitivo que abre el entendimiento a niveles superiores a la razón, donde cabe ir más allá «del bien y del mal», configurando nuevas combinaciones . «Le duele al villano/ que sólo tú lo quieras/ vivo o muerto//

Contreras tiene claros sus ancestros, líneas de contactos que se cruzan y continúan una nueva exploración, retomando el hilo de los maestros. Está Parra, por su puesto, Gonzalo Rojas y también Pablo de Roka en sus versos. Un funeral atraviesa mis ojos / la hilera/ de deudos/ da vida al sepelio/ no conozco al muerto/ pero te vi ausente/ y estoy de duelo…//   

En Claroscuro, cuestiona la ambiguedad existencial,  deconstruyendo en versos mínimos sus pensamientos, es un minimalismo puro, sin retoques, a veces hasta mezquino de retórica. «No hay juego sin la audacia del espejo/ ése no configurado/ que deforma a imagen y semejanza…/  «

Sin duda, hay desencanto en este poemario, pero también está el gozo de asumir ese desencanto como algo inevitable y único, o acaso por lo más cierto y metafórico de la existencia. «la vida es hermosa, pero no tiene sentido» He ahí un oxímoron que podría llevarnos a pensar y repensar infinitamente.

«Tómalo o déjalo: / En poesía no hay nada escrito.»  La ironía rompe los círculos más cerrados, atraviesa estas páginas una por una, revolviendo, confundiendo, haciéndose parte, ganando su lugar en el imaginario, o mejor dicho, asumiéndolo, aceptándose como el mejor refugio  del sí mismo para seguir viviendo.

Miguel de Loyola – Santiago de Chile – Diciembre del 2015

O el frío e impersonal mundo de la poesía. Pequeño dios editores, 2015. 2a Edición.