Elaborado por asociaciones gremiales, el plan busca generar mecanismos de distribución en el extranjero que incluyan a actores públicos y privados. La ministra Barattini, aseguró que el documento será parte de la Política Nacional del Libro y la Lectura que el CNCA presentará en enero.

Con el objetivo de poner en valor, diversificar y consolidar la presencia del libro chileno en el exterior, representantes de varias organizaciones gremiales entregaron su Estrategia de Internacionalización del Sector Editorial a la Ministra de Cultura, Claudia Barattini, al director de ProChile, Roberto Paiva y al Gerente de Desarrollo Competitivo de CORFO, Claudio Maggi.

En la ocasión, la Ministra Barattini comprometió el respaldo del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes a esta iniciativa y aseguró que está en línea con dos de las principales tareas que lidera el CNCA y que iniciarán su implementación en 2015. “Junto con seis ministerios estamos coordinando una política pública conjunta y transversal para desarrollar no sólo las industrias creativas, sino todo el sector de las artes y la cultura, que requiere más financiamiento y más instrumentos de fomento, por lo que estamos trabajando en un Plan Nacional de Economía Creativa”.

La secretaria de Estado destacó que “tenemos grandes creadores, el país es reconocido por su producción literaria y tenemos una lengua común con millones de personas. Necesitamos una industria editorial capaz de hablarle al mundo, de ganar circuitos y mercados, por lo que recibo esto con mucha responsabilidad y será parte de la Política Nacional del Libro y la Lectura, que le presentaremos en enero a la Presidenta Bachelet”.

La estrategia fue elaborada durante 6 meses por un equipo integrado por miembros de la Asociación de Editores de Chile, la Cámara Chilena del Libro, y la Furia del Libro; con el apoyo de Santiago Creativo, programa territorial integrado de industrias creativas de la Región Metropolitana, de CORFO.

A nombre de los editores que participaron en la elaboración de la estrategia, Paulo Slachevsky sostuvo que “este es un paso emblemático que da cuenta de una voluntad colectiva del sector del libro y de organismos públicos. Somos un país muy dependiente de lo que se produce en España, que mantiene una lógica colonial en el circuito del libro, donde esencialmente somos un país comprador cuando tenemos una enorme producción creativa y de muy buena calidad, que perfectamente puede circular por Latinoamérica y España, y a otras partes del mundo, a través de las traducciones”.

A su vez, Roberto Paiva, de ProChile, explicó que “para nuestra institución este documento implica varios desafíos. En primer lugar, necesitamos validar las industrias creativas como un sector creador y que puede llegar con sus creaciones al resto del mundo. También hay que validar el trabajo colectivo, porque aquí hay asociaciones de empresarios, creadores, que  han trabajado junto a la CORFO y nosotros en esta idea. Además, el sector creativo y del libro son industrias nuevas y estamos entusiasmados con la posibilidad de apoyarlas”.

Por su parte, Claudio Maggi, de CORFO, aseguró que “nuestra sociedad está cambiando y con sus actuales niveles de ingreso, Chile tiene que darle la importancia que merecen a las industrias creativas. Estamos muy atrás de otros países de la región, como Argentina, Colombia y México, donde este sector tiene un peso mayor en la economía. Para cubrir esa brecha debemos trabajar codo a codo con cada una de las expresiones de la economía creativa”.

El documento fue entregado en una ceremonia en el Ministerio de Relaciones Exteriores, a la que asistieron los Premios Nacionales de Literatura, Óscar Hahn y Raúl Zurita; el presidente de Letras de Chile, Diego Muñoz; y los escritores Teresa Calderón, Naín Nómez y Jorge Montealegre, entre otros invitados. Raúl Zurita sostuvo que “esta es una noticia muy positiva y espero que se encuentren los mecanismos para llevar a cabo esta política que no existe y que es necesaria para la imagen y el espíritu del país”.

Componentes del plan

La estrategia de internacionalización es un trabajo validado por diversos actores del sector, que participaron en encuentros, talleres y una encuesta para levantar comentarios y sugerencias. Considera tareas de corto, mediano y largo plazo, que empezarán a concretarse desde abril de 2015, buscando visibilizar la edición chilena a través de una marca sectorial sólida y con identidad, y generar mecanismos conjuntos de comercialización y distribución, a través de la creación de un centro exportador representativo del sector editorial.

En la estrategia, las asociaciones de editores indican que aspiran a influir activamente en las políticas públicas relacionadas con el tema y proponen la restitución de la mesa de internacionalización del libro, para contribuir a este objetivo. A esto se suma la implementación de un plan de difusión y marketing, con objetivos a corto, mediano y largo plazo, y que deberá hacerse cargo de la diversidad de la producción editorial.

Para este objetivo se establecen mercados de interés para tres ámbitos de acción. Uno de estos es la exportación de libros impresos, donde se priorizará a Argentina, Bolivia, Perú, México (a través de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara) y Colombia. En el caso de la exportación de libros digitales se privilegiará a Estados Unidos, Alemania (a través de la Feria del Libro de Frankfurt), México (FIL de Guadalajara) y España. Respecto a la venta de derechos, los esfuerzos se concentrarán en las Ferias del Libro de Frankfurt, Bolonia (Italia), Guadalajara, Sao Paulo (Brasil) y Londres (Inglaterra).

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En: Consejo Nacional de la Cultura y las Artes.