Por Sonia Cienfuegos

Purgatorio que camina vestido de Purgatorio por las calles de Chile.

Ese domingo diez de diciembre, ella sintió que el cordel grosero, la soga sucia/ ensangrentada, el alambre de púa oxidado con que El Tirano unía cuerpos/cadáveres a durmientes, arrojándolos/deshaciéndolos en aguas saladas; en islas acuosas del Pacífico del Confín del Mundo, en el re-inicio de La Barbarie; que el fino/sedoso/visceral/sangrante hilo que comenzara la crisálida a parir en 1973; que la filigrana de lana de oveja patagona, el tramado de mimbre/paja de trigo y arcilla; los códigos secretos del amor travestidos en pasión perpetua/continua/vital y patética; las cartas de amor que ella escribiera clandestinamente, desafiando al Tirano Mayor y al pequeño/nimio/repugnante tirano que la aguardaba en casa para maltratarla, epístolas que retan al Olvido en duelos seculares, brusca o lentamente, “a fure et a mesure” (**) que la muerte de este jirón de vida de treinta y tres años —qué coincidencia cristiana— traiga ahora a su mesa a los que a su alrededor se han ido congregando: presos(as); torturados(as), invalidados(as); desterrados, acallados; detenidos-desaparecidos, asesinados.

Muertos en vida o de muerte verdadera. Y le hablen la abracen. Ella sugerirá respetuosamente practicar la ucronía: imaginar en el animus y en la escritura la Posible Vida o la No-Muerte que los esperaba y que ha ido siendo silencio/mancha/borrón/vergüenza/ocultez del pensamiento/de lo dicho y escrito. Purgatorio que camina vestido de Purgatorio por las calles de Chile.

 

 (*) 10 diciembre 1948- Declaración ONU Carta fundamental de DD.HH.

10 diciembre 2006- Muere en una cama del Hospital Militar en Santiago de Chile el dictador Augusto Pinochet.

 

(**) poco a poco, lentamente.