Los Grandes no mueren

Por Sonia Cienfuegos

(Al profesor Humberto Giannini)

Fue mi profesor en el Pedagógico. Las estudiantes lo amábamos. Era un ser sensible, divertido/irónico a veces, empático, erudito, una hermosa persona.

Recuerdo una mañana de sol invernal que entraba a raudales a través de las ventanas de la sala. Nos preguntó a las mujeres – sin atisbo de machismo – qué hacíamos en el aula cuando afuera el sol invitaba a gozarlo como también disfrutar del follaje de los árboles, del trino de los pájaros, del viento de agosto que nos ponía la nariz y las manos rojas. Sentí que nos estaba invitando a salir al mundo como del cuerpo materno, a desprendernos en ese presente  de un futuro próximo – que probablemente sería un planeta árido, pedregoso y pobre en términos económicos – al convertirnos en profesoras o licenciadas en filosofía.

Siempre estuvo presente en mi vida y su rostro en mi retina. Luego en sus libros – curiosamente uno de ellos se llama “Breve historia de la Filosofía”-; en algunas conferencias a las que asistí, en la lectura de  los artículos que solía publicar y por última vez, en la Biblioteca de Santiago- en cuyo subterráneo gélido y con hilos de agua corriendo por el piso- fue uno de los presentadores/comentaristas del bello libro “Quebrada”, de Guadalupe Santa Cruz. Esa vez me pregunté en voz alta mirándolo por qué no estaba calefaccionado (no se sacó su abrigo), por qué tenía que fallar el audio pues no se le oía desde atrás donde estábamos con dos amigas, ya que él – como siempre – no diría nada de más ni nada de menos, apuntando a lo esencial.

Cierto. Los Grandes y las Grandes de este planeta no mueren. Tampoco quedan en el espacio sideral. Serán – como decía Matta – en las constelaciones que ayudan a recordar y reconocerlas para orientar a los viajeros hasta su destino, para ayudar en la transmisión de su conocimiento, porque son brillantes – son sólo estrellas -como estrella fue, es y será el profesor Humberto Giannini, fallecido el 25 de noviembre de 2014.

Sonia Cienfuegos

Socia Letras de Chile

noviembre 26, 2014