Fragmento del poema Canto Singular al Usucapión, incluido en el poemario de Oscar Vásquez El Esplendor de los Calcinados, publicado en Quito en 1985.
8
El tiempo de esta vida, de todas las vidas,
se detiene, cae flagelado, retorcido
y sobre la torre de la plaza paraliza sus punteros el reloj
y los verdales que hacían vaticinar las siembras
quedan cenizos, desenraizados, negros;
y la laguna de la alegría y del amor
ya sin enamorados bogando ni al atardecer besando:
ya no los poros destapados al anochecer
rozando, flotando, amando;
ya sin los chiquillos vespertinos y ruidosos
de los barquichuelos de papel:
ya no bogando ni jugando a ganar
ni riñendo ni mojando ni chanceando
al naufragio del lanchón y del bajel.
Y solos, ignorados por los seres adyacentes,
crecen los légamos oliscos
y un coro de ranas ahora cesante
entona un improntu fúnebre
-réquiem de melancolía y soledad-
porque no cabe una sinfonía a la existencia que cantar.
El bien del pueblo fue usurpado,
la gran bestia ordena disparar,
la metralla fusila el derecho
a trabajar, a conversar, a caminar,
los amantes ya no disfrutan del nido furtivo
el torturador está al acecho,
con un mastín amaestrado a su lado
olfateando presto a violar.
El análisis no solo es preciso en cuanto a los elementos identificados, sino también bastante concreto al momento de expresar…