isa riveroIsabel Rivero nació en Linares. Vino a Santiago a estudiar Filosofía en el Pedagógico. En el 80 fue expulsada de la U; vuelve el 91 por un decreto de reincorporación de estudiantes sancionados por la dictadura.

El año 2011 asiste a un taller en la UDP con Raúl Zurita, y en 2012 participó en el Laboratorio de escritura LEA, el taller dirigido por Tammym Maulén que funcionó de mayo a agosto en la U de Chile. Actualmente, participa en el taller de la BN con Thomas Harris.

 

Golpes en la Puerta

 

Camino por la Alameda de costado

con los ojos cerrados y el corazón levitando

ya no me acuerdo como era andar

por lugares y países mirando a los ojos a la gente

ya no se mirar las puertas de Tenochtitlán sin verla arder

al centro de La Moneda

hablo con los fantasmas de los guerreros que la defendían

y Te Amo como ellos sucumbieron.

 

El mundo se me cruza por las calles

los televisores de una tienda están dando noticias 

Bagdad ha sido bombardeada por milenaria vez

veo a Sherezada escapando en la alfombra mágica

Aladino pide su último deseo en la fila de los refugiados  

mientras tanto en un bosque del  Sur un profesor recoge

 piñones para el desayuno de sus alumnos.

 

Un hilo invisible sigue encumbrando la utopía del sol

aunque el mecanismo del día se cae a pedazos

Paso por un conventillo cerca del Mapocho

donde el bebé Rocamadour se muere de nuevo

su madre ruega guagüita, hueñecito, run run,

no te murai!!!!!

la Maga vuelve a escribir “caballito de azúcar”

“dientecito de ajo”

los niños muertos del mundo entero

hablan con la boca de la Poesía

  

Esta inútil invitada de piedra sigue golpeando

las enormes puertas de esta Temporada

yo no puedo abrirle

estoy demasiado ocupada en barrer mis ojos

Bajo al Metro y allí está como niña descalza

limpiando los subterráneos del miedo

con las páginas de un libro

las estrellas gigantes morirán convertidas en

carbones apagados  pero esta niña campesina

 seguirá empeñada en dar brillo a las esplendidas ciudades

quién más podría encargarse del trabajo sucio?

 

 

La Musa

 

 

Levito en el ramo de tus besos

De la mano contigo

vuelo recostada sobre tejados azules

agarrada a tu abrigo flotante

nada me importa más que tu abrazo

Soy  la novia de Chagall

ella me presta su levedad

calza en mis pies tacones para agujerear el aire

sus adorables medias blancas fundan mi destino

ir  tras de ti

 

Me  visto con su pelo  oscuro

con su amor oscuro

con su corazón de poemas perseguidos

el viento de su tiempo sopla en mis costillas

hambre hambre hambre

inmigrante errante

bailan sus tacones  pisando sobre la muerte feliz

Sigue Al Amor me susurra la escritora que nunca hemos leído

sigue sembrándole luciérnagas en la frente

hasta ver arder una visión

una chispa una flor huraña recién

crecida en la penumbra de las ciudades ingratas

 

Levitando en la punta de los pies de bailarina

de la novia de Chagall

enciendo braseros en el frio

sueño los sueños de los sobrevivientes

subo a los mismos trenes  roncos que corren exhaustos

por los costados del hambre de los mismos pueblos

donde A la Viola se le rompió el instrumento

de mi cuaderno salen flechas lanzadas por guerreras asediadas

un río de banderas iza mi corazón porfiado

hay que enmendar tanta sordera

no ganará el miedo

pero el zarandeo de la herencia de los zapatos negros  me llevan

tras el dibujo del amor malogrado

 

¿Quién puede bailar con los pies en la Tierra?

volemos a las montañas azules

te digo mirando la pintura

Sigamos jugando como ellos a los amantes eternos

aún hay alas de la misma fiebre

en las praderas  floridas bailaremos poses

de la muerte amando encima de los tejados

Y luego nos quedaremos dormidos en los floreros

Atiborrados de rosas rojas.

 

Apenas tengo nombre porque  la novia de Chagall

Apenas lo tiene

Yo te reclamo Bella Rosendfeld con mi boca prestada de ti

Pido asilo  en la estratósfera

pido asilo para el cuerpo de la  novia de Chagall

que yace sola en una tumba que nadie recuerda donde está

pido asilo  para su corazón de cuaderno roto rematado en millones de dolares

Para la que agujerea la muerte feliz de la novia de Chagall

con los tacones prestados de la novia de Chagall pido fuerza

sin boca ni refugio

escribo  tus memorias en el aire.