Phillip Lopate (Brooklyn, Nueva York, 1943) es un reconocido ensayista, novelista y poeta norteamericano. Sus libros de poesía son: Los ojos no siempre quieren permanecer abiertos (1972), El round diario (1976), Al final del día (2010).
En la entrevista “El poeta permanece vivo en el ensayista” Lopate señala que: “Así que, por ejemplo, mi poema ‘Allende’ gira en torno de mis propias dudas y descorazonamiento. Definiría la posición política en ese poema como escéptica, no optimista. Ciertamente estuve contra la guerra de Vietnam, como también estaría [después] en contra de la guerra de Irak, y no pienso que mis días de estar en desacuerdo o manifestarme contra el gobierno van a terminarse nunca. En cualquier caso, el discurso político es un lenguaje, un argot tanto como una manera de pensar, y afectó mi poesía de muchas maneras…”.
Traducción de Óscar D. Sarmiento
(Textos publicados con permiso de Philip Lopate / Translations published by permission of Philip Lopate).
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Nosotros que somos tus amigos más cercanos
nosotros que somos
tus amigos más cercanos
pensamos que el tiempo
ha llegado de contarte
que cada jueves
nos reunimos
como grupo
para inventar maneras
de mantenerte
en perpetua incertidumbre
frustración
descontento y
tortura
ni queriéndote
tanto como tú quisieras
ni dejándote ir a la deriva
tu sicoanalista
lo sabe
además de tu nuevo peor es nada
y tu ex marido
y hemos jurado
desilusionarte
por el periodo que nos necesites
al anunciar nuestra
asociación
entendemos que hemos
puesto en tus manos
un posible antídoto
contra la incertidumbre
y claro que contra nosotros
pero como nuestras noches de jueves
nos han llevado
a una comunidad de propósito común
inusual en sí misma
contigo
de centro natural
nos sentimos esperanzados que tú
continuarás realizando
irracionales
solicitudes de afecto
así no sea más que a propósito
de tu
desastrosa personalidad
Allende
En 200 años no me recordarán, Salvador
Y no te recordarán, así que saltémonos la parte sobre
Él vivirá con nosotros para siempre.
Puede que consigas una nota a pie de página por ser el único marxista
En acceder al poder en Latinoamérica por la vía pacífica,
Y el único tarado en no meter a sus enemigos a la cárcel.
Conocías el poder de los terratenientes, la ITT,
El ejército, la Anaconda, los pequeños asustados comerciantes
Fácilmente manipulables, los dueños de tiendas que podían irse para un lado u otro
Y sin embargo no levantaste un dedo para silenciarlos.
Continuaste defendiendo el sistema bicameral de gobierno
Hasta que bombardearon tu palacio y te pegaste un tiro en la boca.
Respóndeme esto:
Ahora que eres un montón de pelos en un sofá manchado de sangre
Quiero saber por qué te mataste.
Porque esto fue algo lo menos marxista que se puede hacer.
Porque tampoco fue esta la vía del reformista
De canoso pelo corto y anteojos
Cara de prominente cirujano
Que, sabiendo que esto sucedería, podría haber fácilmente arreglado
Un túnel secreto, un avión privado, un auto sin identificación
En que tú, sumergido en una peluca de abuela, comenzarías
A escribir tus memorias. ¿Fue demasiado horrible pensar en
Hablar en manifestaciones por Nueva York con grupos de inmigrantes,
Formar gabinetes de exilio, y comer con Juan Bosch
O Andreas Papandreou, intercambiando historias con vinito sobre:
¿Dónde estabas tú cuando todo se fue a la mierda?
Me pongo vulgar, perdóname.
Preferiría más creer en tu fiera retirada
Que en los rutilantes titulares de hoy refocilándose:
MARXISTA SE HABRIA QUITADO LA VIDA.
Inclusive ellos no están tan seguros. Dejan espacio
Para que los universitarios
De izquierda trabajen en los cubículos de las bibliotecas
Por 100 años para descubrir el eslabón,
La manera en que todo hace sistema: Lumumba, King, Kennedy,
Allende, CIA.
Y puede ser que al final fuera mi gobierno en realidad el que te asesinó
¿Pero de qué sirve saber eso?
Sabemos sobre demasiadas conexiones ya, y sólo satisfacen
La urgencia pedante que hace del mundo un juego de palabras cruzadas.
Salvador, lo siento, no sé ya qué decir.
Mejor regresa la bala, fue un error, no redime nada.
Hoy miro las caras de los transeúntes y pienso:
Por supuesto. Los bancos tienen dinero para comprar Contra
Revolución,
Este curadito no tiene dinero. Es su resto simpático, así como
La muchacha en el veraniego vestido rosado de tacones bamboleantes.
Es 12 de septiembre, posiblemente el más hermoso día del año.
El azul nunca ha estado tan puro alrededor de las chimeneas.
“¡Casi como de caricatura! dice el higienista dental,
Buscando una metáfora. Nunca me lo dije ni siquiera a mí mismo,
Antes de hoy, pero entre tú y yo,
Y no quiero que nadie oiga: señor
Parece que nos tienen agarrados de las verijas.
Estas caras en las calles: ¿Cómo pueden hacerse del poder?
¿Cómo pueden gobernar?
El análisis no solo es preciso en cuanto a los elementos identificados, sino también bastante concreto al momento de expresar…