max vPor Antonio Rojas Gómez

Un resultado convincente consigue Max Valdés con esta historia narrada por su protagonista, una mujer. Y no deja de ser un logro para el narrador situarse en la óptica del género opuesto. Primer punto a favor.

Pero más importante que el virtuosismo literario es la novela misma, como obra creativa capaz de generar escenarios y seres que, sin corresponder a la realidad, resultan tan posibles que el lector llega a imaginar que son reales. Es el caso de las buenas novelas. En este “Manuscrito…” el escenario es el Chile actual, de 1970 al presente, y lo pueblan los miembros de una familia de clase media que vive en la comuna de La Cisterna, en Santiago sur. La protagonista es Sara, quien ha crecido con sus abuelos, Juan Manuel, suboficial de Ejército en retiro, y Mercedes. Sara no sabe nada de sus padres y la trama se teje en torno a su afán de descubrir la verdad sobre su progenitora, cuyo nombre no se menciona en la casa. “Sara no debe saber jamás quien fue su madre”, dice Juan Manuel a Mercedes, y ella le responde: “Tú no sabes cómo crecen los niños y ya verás que la tendremos encima de nosotros tarde o temprano”. (Pág. 33)

Tenía razón la abuela, porque Sara no descansa hasta que, siendo ya una mujer separada, de 40 años,consigue “abrir el tonel de las mentiras”. (Pág. 225)

En ese lapso de cuatro décadas, asistimos a una suerte de vivisección de la familia Astorga García, una familia enferma a más no poder; en la que no existe espacio para la autenticidad ni para la verdad. Pero más que eso, nos asomamos a la realidad del país en la época más oscura de su historia.

Ahora bien, lo que considero más destacable en esta novela es que no apunta a acusaciones altisonantes ni cae en discursos panfletarios. El autor, fiel a su trabajo artístico, centra la acción exclusivamente en los asuntos que atañen a la búsqueda de Sara, una búsqueda de su propia identidad. El resto, las violaciones de los derechos humanos durante el gobierno militar y aun antes, durante la infiltración de los grupos proclives a la Unidad Popular mientras gobernaba Salvador Allende, surge como telón de fondo.

Hay aquí una nueva forma de abordar los temas de la contingencia nacional. Este es el acierto de Max Valdés con su “Manuscrito…”, más allá de los reparos que pudieran formulársele -como la escasa eficacia de los diálogos, por ejemplo-. El resultado es altamente satisfactorio y demuestra la madurez narrativa alcanzada por el autor en esta, su quinta publicación.

 

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Publicado originalmente en Revista de Occidente.

“Manuscrito sobre la oscuridad”, novela, Max Valdés Avilés.

Simplemente Editores, Santiago de Chile, 2011.

270 pág.